Aletargado y sediento, caminante irresuelto,
esquivo, equidistante, aprehensivo
deambula el adulto que no quiere dejar de ser niño,
y te ríes y me río y nos aplaudimos sollozantes
embriagados y altivos
y sigue el camino que no ha sido
que el mismo tuyo y mío.
Lejana vistes de amapolas
ondulante vacía sin vida hasta irrotacional
tardía y confiesas amarme a pesar del desvarío.
La tarde embriagada aleja la mirada
en apresurados te amos
a la orilla de un té muerto helado frío
que desata las culpas y nos aleja
nos evade y aún así seguimos
atemporales y distantes.
Juan Espinoza Cuadra
México
Diciembre 11, 2008
2 comentarios:
Juan, me alegra saber que tenés un rinconcito en la blogosfera donde plasmas tus sentimientos y poemas.
Este en especial, ha tocado memorias especiales de tiempos pasados.
Me gustará visitarte, leerte y tenerte de vecino por estos rumbos.
Saludos,
Gracias Martha Isabel por darte un tiempo para leerme. Muchas gracias.
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