lunes, febrero 16, 2009

María, no es para ti ni para mí

María es un nombre que encontré suspendido en el borde
de una ráfaga de cálida brisa y fluyendo invadió mi vida
a través de una distante y solitaria ventana.
En un manojo de naipes amontonados hallados en un camino encantado
encontré el rostro de María envuelto por un faro cuya luz reptaba
por la espalda y el lado oculto de la primera de las estrellas.
Desarropada María torné a contemplar su flor abierta y
entre el pasto y mis desvaríos atisbamos la aurora
desde la humedad desde la cual alzamos nuestros dedos
para dibujar acuarelas en el oscuro profundo de la alborada.
Nunca tuve a María entre mis manos y mucho menos
bajo las anónimas sábanas de mi cama pero si la tuve
entre cada letra de cada amorfa letanía que sudó mi cuerpo.
En sus senos nadé desabrigado de mis decaimientos y
mi carencia por convertir los días en una orgía atemporal
lo convertí en un dilema para la nueva historia que no contaré.
María y su piel tienen un arcoírico tono con el cual adormecen
los pastos verdes y los frentes de pinturas de tonos claros de la colonia de clase media
donde nos escabullimos para jugar a los desposeídos
con nuestros labios golpeándose y acribillándose bajo el aullido de los coyotes.
Y el aroma de su cuello es tan fuerte como el aliento del tequila
y sus hombros semejan las pencas más azules de los agaves,
desnuda camina delante de mí con sus pies llenos de barro
presumiendo la vida bajo su muda cintura.
María es un atardecer de colores que se mezclan en mi respiración temblorosa
donde el instinto maquilla a las hojas secas con la arena plata
secuestrada para el olvido en una bufanda perdida
en el cuarto menguante de Febrero.


Juan Espinoza Cuadra
Diciembre 2008
México

1 comentario:

mucushito dijo...

Brother ese nombre que por cierto me recuerda a tres marias, la primera y más importante es a mi madre aquella que me trajo a este mundo, la segunda aquella que fue mi primer amor, el tercero es lo más bonito uno de mis mejores artículos... mi hija... brother bonito poema.
echale ganas.

SADA