Durante la luna llena de Septiembre
con el cielo despojado de si mismo
junte la brillantez de las estrellas en mi mano
y dibuje sobre la palma tu beso.
Busque entre mis cosas una chamarra
para recobrar el calor que te llevaste contigo.
Camino solitario por las calles ausentes
en la medianoche que provoca una tranquilidad inexistente.
Y tu, y tu donde estas?
Quizás amando a un hombre ajeno a nuestra promesa,
al juramento que expiró ante la atalaya de los bostezos y
la insolencia del calendario.
Te hallarás escuchando palabras de amor que carecen de mi vocación por ti.
En la luna de Septiembre esta el hogar que nunca será nuestro.
Ahí coloque la cama donde no podré contemplar tu sueño.
Hundo mi cuerpo impugnado por ti en el abrazo medianamente iluminado de la noche y
cierro mis ojos ahogando entre mis parpados
lagrimas que no darán vida a nuestro amor inacabado.
Juan Espinoza Cuadra
México.
17 de Septiembre de 2008
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