lunes, abril 13, 2009

A la mujer que despedí

Caen gotas rebeldes de lluvia
en tu alma árida y retorcida.
Desdoblas el aguacero
con tu retardada sonrisa
y los cargadores de verduras
corren tras tu velo de seda
vagando entre los dedos del viento.
En el espejo,
miras del otro lado
manzanas rojas al centro
de deshabitadas mesas.
Siete burdeles lloran culpables
los quejidos, lamentos y tequieros
del deportado humo de cigarrillo.
Cae una gota de lluvia
y te declaro no mía y te exorcizó
abstracta infiel y sombría.

Juan Espinoza Cuadra
México
Junio de 1998