jueves, diciembre 16, 2010

Yo, tú no otro dueño… el hacedor…

No soy el dueño de las manecillas del reloj
y aún así, me detengo a observar su andar irreverente,
interrumpo mis propios espacios para constatar
la inevitable andanza gitana de los ecos repetidos,
concluyendo que nada es tan cierto
como la incertidumbre
y nada tan placentero como lo desconocido.
No tengo un pedazo de pan en mis manos
y anhelo saciar la boca del indigente,
no tengo horas y quiero abarcar el tiempo.
Me quedo en el borde de la línea que demarca
el teclado de mis propios deseos,
y no hay nada afuera que me abrigue.
Me veo tiritando cuando a la vez me sueño
errante trovador de los versos que deletrean
los múltiples nombres que me he inventado.
Asimétrico acopiador de colores y bordes,
austista a predilección de acordes y veredas,
fantasioso observador del remolino y el hedor,
deambulo los dedos amarrados a la soledad,
sonámbulo de luces, hablador de miserias,
conquistador de ocasos a los pies
de las rocas del mar.
Acá son las horas que no son en París
y aún así tecleó los minutos
que no has estado en mí.

Juan Espinoza Cuadra
México
Diciembre de MMX