jueves, mayo 19, 2011

Perdida...

Aprovecho la ráfaga de silencio
para recostar tu sombra en el pasto
y escribirte una historia atrapada
en un trébol de aroma antiguo.
Ella fue peregrina en los arrecifes
atrapando con sus manos
la exhalación de los días de lluvia,
al tanto del sobrevuelo de las águilas
sobre la imperturbabilidad azul del mar.
Entendida de la ascendencia del extravío,
del porqué la luna
es irremediablemente multifacética
como todo mujer humedecida de amor.
Ella no está perdida
solamente camina percibiendo el incienso
de la campiña atrapada en su pelo.
No se pierde el amanecer
por la vigilia turquesa
de los ojos de quién ahoga tempestades
con la mansedumbre de su sonrisa.

Juan Espinoza Cuadra
Mayo de MMXI
México