sábado, marzo 26, 2011

Tu reclamo insubordinado…

Tu reclamo insubordinado
protesta en la noche rectilínea,
hondea su bandera pirata
sobre la arena circular
de tu boca enardecida.
Arde el pecho imparcial
la caminata descontenta,
el susurro arrepentido,
la insistencia voraz.
La oropéndola ata tu queja
a la sandalia desmedida
de tu labio amorfo,
al semiojo descubierto
en la flora matinal.
Prefiere soñar de blanco
tu acuarela de v minúscula,
opta sumar la nieve y la lluvia
dramatizar la puerta ahuecada
de tu alma muda.
Exígeme nuevamente revertir
la magia kilométrica
el péndulo sinfín y
aquellos chasquidos de tus dedos.
Descansa a la mitad
de tu texto extranjero
las dudas que abaten tu velo,
orilla los reproches
a la estufa antigua de la abuela,
deja vaya por un te olvido
y perderme de tu camino.


Juan Espinoza Cuadra
México
Marzo de MMXI

Una reprensión a la inevitabilidad de la muerte…

Redefino el abandono de efluvios
a la remota posibilidad de trascender…
volar desde la nada hacia el simulacro,
andar difundido por los éteres,
sin reflejo en la carátula de los Dioses.
Música ochentera conspicua de alarde
deslizada por el barro atardecido,
los innumerables labios de salitre
y caderas púrpuras de brillo.
Eterno desde las manos descarnadas
perpetuo en la multiplicidad de los vértices,
muslos coloridos de pupitre y sanguijuelas,
irredento trovador masticando la muerte.
Perenne concepción fálica
para la angulosidad de tus serpentinas,
menester mestizo con aroma a ron
andando descalzo por tu pecho fluvial.
Los rostros difuntos desaguan magueyes
en ese desierto entre corchetes de tu vientre,
tu concha no es más áspera que el viento
ni mas adimensional que tus contradicciones.
Amago de vándalo mastico tabaco
donde el olfato se hace difuso,
y la inmovilidad tuerce la mano
cuando el aroma a dolor aún es temprano.


Juan Espinoza Cuadra
México
Marzo de MMXI

viernes, marzo 25, 2011

Dije no quererte…

Las veces que dije no quererte,
éstas a sí mismas se colgaron
de una soga inacabada,
amarra de negaciones y
maroma de imágenes confundidas,
embarradas de colores mustios
en el borde de la inopia.
Pensé no desempolvar
las orquídeas muertas
de mis añejas gavetas,
ni soplar el polvo antiguo
del camino andado.
Pero la juventud hace remolinos
en la corteza muerta
de los árboles marchitos,
borrascas que arrugan
los párpados abatidos
de los otrora amancebados.
Irreverente revalido
todas las razones de mi desamor,
exaltando la cicatriz de la castañuela,
la tertulia de la meretriz espía,
el gozo inconcluso y
tu deserción absurda.


Juan Espinoza Cuadra
México
Marzo de MMXI

Aguardar con las hojas secas a los pies…


La anciana tomada de mi mano
bosteza nuevamente en silencio,
camina hacia la incertidumbre
llevándome con ella.
No hay mendrugos de pan
en la raída bolsa
colgada de su hombro,
no hay vestigio de alimento alguno,
solo vacíos y preocupación por mí.
Titubea el cariño en el rabillo del ojo
con las ganas de desasirse de mi,
facilitando la derrota
a través del abandono.
Con los años martillando los pasos
se aviene una ráfaga de calor
y los desperdicios de la calle
se agolpan a nuestros pies.
Hacia adelante se mofa la esperanza
lo mismo que atrás,
en la medianía no hay decisión
que tomar.
Me quede observando su espalda
contando la lentitud de sus pasos,
hoy sigo esperándola
con una moneda oxidada en la mano.

Juan Espinoza Cuadra
México
Marzo de MMXI

martes, marzo 08, 2011

Policromático...

Los cerros departen
de aridez en afonía
insinuando tras la caída de la tarde
los eventos inequívocos
de todos los días,
asoman el aire caliente
que fustiga la vida
de la poquedad verde y
extreman la mueca
del polvo que cala
los rostros desfigurados
de las rocas esparcidas,
como si no bastará
la fotografía atemporal
y si bastará otro mismo
día igual.
Transeúntes esporádicos los ojos
llenándose de la llanura crédula,
de los matices
columpiando primavera,
y se allegan las ganas
de tirar la chamarra
a un lado del camino,
soltar los zapatos y
deambular descalzo,
disfrutando la escalera
de asonancias,
procurando cerrar
el acertijo mudo
tras el paso de las orugas.
Adentrado desde la ventana
los óleos flanquean a la sonrisa,
al deleite del recuerdo genital
inmerso en la cueva infiel
derramada de miel por la colina.
Inesperadamente actor
el sudor de la frente pulula
la fantasmal concupiscencia
de las nubes,
en otra aberrada retahíla
de preñeces inspiradas.
Propongo colocarte en una
de tantas cúspides,
pero no mojan tus pies
la opacidad de los paisajes.

Juan Espinoza Cuadra
México
Marzo de MMXI

jueves, marzo 03, 2011

Anciana...



Photo by Juan Espinoza Cuadra
 El autobús se detiene en otra central,
en otra ciudad hacia el destino,
otra parada finita e interminable
a mi ansiosa paciencia,
y la señora intenta subir sin auxilio de nadie
pidiendo la ayuda que se queda congelada
en la indolencia de los viajeros,
indiferentemente de la notoria invalidez.
Su ancianidad entonces es el papel arrugado,
descartado por los cómplices de la vida,
la vejez huele mal, a cáñamo podrido,
a hediondez de los años marchitos.
Me convenzo que la vanidad
es una quimera
fantasiosamente maquillada
en la atrevida memoria de la estupidez.
Esa dama derruida por el tiempo
no le importa a nadie,
sus derrumbes se abaten solitarios
por el pasillo hacia su asiento.
Una lágrima tiembla convencida
en el rabillo del ojo al reconocer el espejo,
y de antemano el vapor
inevitable del ocaso.

Juan Espinoza Cuadra
México
Marzo de MMXI