viernes, septiembre 10, 2010

Jeithan Yeohan

Jeithan Espinoza Ortíz
Eres el amigo que escuchará con atención
mis conversaciones cuando llegue mi ancianidad,
el que procurará acercar un vaso de agua
a mi mano cuando el temblor de la edad,
me haga dificil esa tarea tan simple hoy.
Eres el compañero que lee detenidamente
los interminables bocetos de poesía
que he ido acumulando por todos lados,
y que me felicita hasta por la peor idea
que me atrevo plasmar.
A pesar de ser un joven atestado
de deseos de aventuras,
te quedas sentado a mi lado
mientras te cuento mis historias familiares,
de mi profunda admiración por mi abuelo Juan
mi amor incondicional por mi padre Pedro,
de mi incredulidad por la semejanza
del rostro de tu hermana con el de mi madre Bertha.
Y cuando el cansancio llega y cierro mis ojos
tu creyendome dormido
he sentido tu mano acariciando mi rostro
y he percibido tu beso amoroso en mi frente.
He querido abrir mis ojos mientras te alejas
y pedirte me permitas abrazarte,
pero me quedo con el aroma
que se apropio de mi alma desde
el día que naciste.
Nunca fuiste mío y yo siempre seré tuyo.
Hijo, camina siguiendo el arrullo
de los ríos tranquilos y detente bajo la sombra
de los árboles de amplio follaje.
Sientate a la orilla y moja tus pies
en la frescura del agua y lee para ti no mis poemas,
mas bien percibeme en ti al cerrar tus ojos,
que yo estaré a tu lado abrazandote y
pidiendo disfrutes conmigo los colores del atardecer.

Juan Espinoza Cuadra
México
Septiembre de MMX