lunes, agosto 16, 2010

"Fé"

Yo creo en el vecindario estelar
plagado de vida e ideas.
No creo en la exclusividad terrenal
ni en maderas santificadas.
El infierno es el harapo
con el que abrigan a los crédulos
las túnicas sedientas de gratitud,
las togas marchitas de dinero,
los hábitos enmohecidos.
El infinito contiene
la inmedibilidad del tiempo inmaterial,
la perpetuidad lúcida de los ciclos,
ahí yacen vedadas las transcripciones,
la herencia transmutada
en pulsos y diapasones.
Dios nos lego el confín y la vastedad,
el arrojo para multiplicar estrellas,
el valor para transfigurar dimensiones.
Nuestra deidad no limita lo incógnito
a simulacros humanoides de barro,
o arengas agotadas
ni a afirmaciones quiméricas.
El Dios en el que creo
supera lo subrepticio e insondable
de las escrituras judaicas,
excede las interpretaciones antojadizas
de los ungidos.
Dios es una constelación que explota
cada vez más intensamente en mis sentidos,
afirmando mi procedencia sobrenatural,
aseverando mi consanguinidad
con lo inmarcesible

Juan Espinoza Cuadra
México
Agosto de MMX.