miércoles, diciembre 03, 2008

Luis Manuel Ramírez Lanzas


La adolescencia nos encontró de muchas maneras Luis Manuel,
divirtiéndonos en alguna tertulia de mi padre, el Poeta Carpintero,
escuchando música dentro del entonces imponente Buick rojo paterno,
tirado yo en el césped de tu casa esperando terminarás uno de tus poemas
o una de tus interminables disertaciones respecto a los avatares de la vida,
compartiendo acalorados e inconclusos debates
respecto al destino de la revolución nicaragüense y
conspirando bohemias para nuestros hoy
ex-compañeros del managüense colegio de La Salle.
Mario Roberto, tu hermano mayor, fue el cómplice perfecto para coronar con la precisión de entonces el adecuado verso del infinito poema.
Y se abrió el Mar Rojo y nos quedamos en las orillas de cada lado,
separada la convivencia, como se aleja entonces la hermandad?
Con los acordes por tu predilección por la música salsa
acorralé los recuerdos que bailan ansiosos en el tiempo,
aún tus desentonadas armonías serpentean cual vórtice de mariposas
sobre las copas de los árboles de nuestra lejana Altamira D’Este.
Las calles en noches de búsqueda se hicieron interminables,
la distancia la impuso el destino y la condujo por años la soledad.
Hasta entrados los años nos percatamos que la vida nunca se agarra de ningún lado,
solamente de sí misma.
El mundo siguió girando y los años desfilaron a su ritmo por las pasarelas
y debutaron los rostros de la adultez en las ocultas lágrimas de los adolescentes.
Escribir de ti y para mí, se me antoja una acuarela de tonos grises y celestes
en cuyo fondo presumen unas ancianas montañas y entre ellas, un brillante lucero que asciende y coloca sobre sus hombros una estela de rocío.
Luis Manuel, sobre la pintura hay un túnel perfectamente trazado
que se achica según las hojas invernales ríen y juegan con el viento,
si tú te detienes y observas lo que dibujan luego de los remolinos verás
el hogar y los colores y la vida y los abrazos y finalmente, las despedidas.


Juan Espinoza Cuadra
México
Diciembre 3, 2008

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hemano...precioso pensamiento que arranca de súbito un acalorado aplauso...!! gracias por compartir esos pensamientos que por instantes nos hacen recorrer las calles de un pasado que jamás zucumbirá a la memoria!!
Un abrazo...desde Guatemala
Mario Roberto..
con todo y hierro!!

Unknown dijo...

Gracias por leerme, hermano querido y por siempre.... y así como tu escribes... otro abrazo desde México!!!!