lunes, octubre 27, 2008

Tu día de San Valentín


Deposité en tu vientre infinidad de luceros, más tu no quisiste percibir sus destellos.
Cuando me miras, me dices que revolotean infinidad de mariposas en tus entrañas, pero recuerda que tiraste parte de mi vida sobre el boulevard de los olvidos.
Tu recuerdo se aproxima cuando no me miras y me siento vacío cuando no estas conmigo.
Me toco vivir la vida buscándote donde no te encuentras, tú añorando mi partida.
Te regalo parte de mis recuerdos quizás tú puedas hacer algo con ellos.
Para mí son carbones encendidos de la pira donde se consumen nuestros restos.
Dame un vaso con agua para mirar a través de él por última vez tu sonrisa.
En tu piel percibí el aroma de las cortezas de los árboles más grandes, en tus ojos comprendí la profundidad de la ausencia mutua.
Y así voy por la vida persignándome con una Fe inexplicable, sórdida y muy mía.
Así te llevaré por siempre, clavada en una cruz de carne, sangre, dolor y despedida.

Juan Espinoza Cuadra
14 de Febrero de 2006
Nicaragua.

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